Un insólito caso se registró este fin de semana en la ciudad de Iquique, donde se desarrolló un funeral que no respetó las normas de la autoridad sanitaria y que, además, se realizó a metros de la Escuela de Caballería que sirve como centro logístico de la Jefatura de la Defensa Nacional a cargo del control en la región.
La ceremonia fúnebre reunió a cerca de 100 personas e incluyó una banda de bronces, consumo de cerveza y un grupo de personas tomó sobre sus hombros el ataúd para bailar. De hecho, los guardias del camposanto se vieron superados y fueron agredidos.
Ante tal situación, la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Iquique, emitió una declaración donde expuso lo siguiente:
1.- En efecto, el referido funeral, se realizó el día de hoy a las 15 horas y correspondió a una persona cuya causa de muerte no fue el Covid-19 pero que, por darse en tiempos de Cuarentena, debe regirse por los protocolos establecidos por la Autoridad Sanitaria, el que permite un máximo de 20 personas por servicio funerario.
2.- En este caso, por primera vez en tiempos de Cuarentena y por razones que desconocemos, alrededor de 100 deudos llegaron hasta el camposanto queriendo ingresar a las referidas exequias. En este contexto, nuestro personal fue insultado en reiteradas oportunidades y tratado violentamente por muchas de estas personas quienes los presionaron para permitirles entrar al camposanto por lo que se vieron sobrepasados.
3.- Finalmente, entre 40 y 50 personas no pudieron ingresar al camposanto, mientras que un número similar lo hizo por distintas vías. Los que lo hicieron por la puerta principal fueron controlados en cuanto a su temperatura, sin presentar anomalías.
4.- Como Cementerio N°3 de Iquique, tanto en este como en todos los funerales que se han realizado en tiempos del Coronavirus, hemos actuado cumpliendo con todos los protocolos establecidos en cuanto al traslado y depósito de los restos de la persona fallecida.
5.- Finalmente, como Cormudesi, llamamos a la responsabilidad de nuestras vecinas y vecinos, esperando que no se repitan hechos de este tipo pues representan un serio riesgo de contagio por Covid-19, tanto para los propios deudos como para nuestros trabajadores.