La iniciativa impulsada por CONAF busca vincular los ecosistemas con la salud física y mental mediante la práctica japonesa del shirin yoku o baños de bosque.
Integrantes del Centro del Adulto Mayor de Pozo Almonte visitaron la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, para participar de una jornada en la cual ejercitaron los fundamentos de la disciplina japonesa denominada “Baños de bosque”.
En la instancia, 13 adultos mayores conocieron los beneficios y las potencialidades de esta técnica creada para el beneficio de la salud integral, enfocada en estimular los ámbitos espirituales, además del físico, gracias a la reconexión con la naturaleza.
Cabe consignar que CONAF en su búsqueda por modernizar la gestión y motivada por el compromiso de accesibilidad universal e inclusión social en las áreas silvestres protegidas del Estado (parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales), ha incorporado esta práctica conocida como “Baños de bosque” o shinrin Yoku, la cual, desde el año 1982, Japón promueve como terapia de reconexión consciente con la naturaleza por los beneficios que produce.
De este modo CONAF ha puesto en marcha esta iniciativa, capacitando a los guardaparques quienes en Tarapacá han comenzado con este primer grupo de adultos mayores, la entrega de esta práctica para brindar un servicio ecosistémico que contribuya a la salud de las personas en contacto con el medio natural.
Juan Ignacio Boudon, director regional de CONAF, destacó esta nueva herramienta que han adquirido los guardaparques de la corporación. “Está comprobado que la conexión con la naturaleza contribuye a disminuir el estrés y otras afecciones en la salud de las personas. Por este motivo, desde la institución hemos fomentado esta práctica y nuestro personal, desde el año pasado, ha estado perfeccionándose en esta disciplina que fomenta el autocuidado con una cercanía con la naturaleza”.
Finalmente, los asistentes concluyeron que esta actividad les permitió abrir su mirada a este nuevo concepto, relacionado con la cultura de equilibrio que debe existir entre la persona y su bienestar en conexión con la naturaleza, puesto que la práctica de la milenaria disciplina japonesa apoyaría el fortalecimiento del sistema inmunológico de las personas, aspecto clave en la actual situación de pandemia.